
Introducción
El seminario se ha basado en la fundación del idealismo alemán, el contexto histórico y posturas en común de sus representantes, su cercanía a las reformas dadas por la Revolución francesa (y de paso con los que propiciaron intelectualmente para que se diera esta, como Rousseau), con el Romanticismo etc. Se hizo especial hincapié en Schiller, Fichte, Schelling y por supuesto Hegel. Schiller quizás por la cercanía o similitud entre él y el joven Hegel, como pudimos observar en Esbozos de religión y amor, o en el apócrifo primer programa de idealismo alemán. A Fichte y Schelling quizás por ser dos posturas, distintas pero ambas bastante falibles y criticables a los ojos de Hegel, desde donde él podía descansar y explicar todo lo que ellos habían malentendido. Y es que efectivamente Hegel supone una madurez, un elevado pensamiento respecto a los otros filósofos mencionados, donde pareciera que Hegel –al menos hasta lo que vimos- supo enmarcar los errores y cuadrar los aciertos de sus contemporáneos, formulando un complejo sistema en el que nada quedase excluido, además tratando de entender el movimiento de su propio sistema, en donde toda la realidad se entendiese en un solo resultado, a saber la dialéctica, la Fenomenología del Espíritu y el Espíritu respectivamente. Por todo lo anterior el tema propuesto en adelante es el Espíritu según Hegel. Dado a la brevedad del trabajo solo se limita una simple descripción en la que se esbozan algunos términos hegelianos y estos entendido en un sistema, o sea uno en el entendido de otro y de otro. De cualquier manera el discurso va enfocado al concepto “espíritu”, porque supongo que es el eslabón más brillante de la cadena del sistema hegeliano. Es un sistema y casi circular donde la dialéctica es un motor, la realidad un inmediato, la conciencia un medio y el espíritu un resultado y al hacer la completa revisión del todo bajo esta concepción encontramos el Espíritu Absoluto.
Tan solo en el pequeño párrafo anterior se puede prever una superioridad de Hegel como pensador ante sus contemporáneos, sin dudar uno de los más grandes filósofos de la historia y (junto con Nietzsche quizás) el mejor del siglo XIX, que se debate con Platón, Aristóteles, Descartes, Spinoza o Kant, con Schiller, Fichte, Schelling y demás románticos. Además él es un punto para entender una filosofía que se avecina, que surge y que penetro fuertemente en la gente, la de Marx. Es por eso importante dedicarle algún tiempo de estudio, al menos un breve ensayo.
Sobre los principios del “Espíritu”
según el prólogo de la Fenomenología del Espíritu
“Lo verdadero es el todo”
Hegel
Según vimos en el curso Hegel, tanto como Fichte, sostienen que la filosofía debe ser como una ciencia. Y también hemos mentado bastante que esta ciencia o saber es en el sentido de Wissenchaft. Sin embargo es necesario insistir en que debe tener como ciencia un sistema, debe ser una ciencia del todo, y este todo es entendido por la dialéctica, esta en un entendido sistemático pero no tanto como un método técnico a aplicar como pensará Marx y los marxistas. Para Hegel el movimiento dialectico es más bien natural, no es algo aplicable, pero él presenta este sistema como: el entendido, el saber, el wissen del mundo. La dialéctica, es el método y el método es la estructura del todo y él todo es lo verdadero y esto es el Espíritu Absoluto; esto lo iremos desglosando a lo largo del presente trabajo; más de paso cabe decir que no es casual que la obra de Hegel en su título de primera edición se presente bajo el nombre de “System der Wissenchaft… Phänomenologie des Geistes”, que es bastante ilustrativo tomando en cuenta lo anterior.
Planteamiento del prólogo de la “Fenomenología del Espíritu”
Hegel propone que la subjetividad y el universo están en comunicación, se mueven, así se forma la dialéctica al contrario de lo Absoluto como algo fijo y dado que entiende Schelling o lo subjetivo que entiende Fichte. Por ejemplo piensa Hegel, respecto a Fichte que creer que las cosas del mundo estén creadas para el hombre es un exceso de subjetividad y que se debe hacer caso a la naturaleza también como algo independiente. Respecto a Schelling piensa que pensar en lo Absoluto deja de lado la diferencia y esto no es posible, tal unidad es incomprensible. Bajo este matiz se escribe la Fenomenología del Espíritu. Algo en lo que también se detiene Hegel es en decir que la filosofía debe conocer a fondo su materia como lo hace por ejemplo la anatomía. Por otro lado crítica la rigidez de la filosofía que espera encontrar una falsedad o una verdad, según Hegel la situación no es así, es todo un proceso en el que cada filosofía se basa en la anterior pero desde una mejor perspectiva para poder alcanzar a captar la realidad mejor. El ejemplo que Hegel da es el de una planta, que se va desarrollando hasta ser un árbol, cada estadio desde la semilla hasta el árbol, va siendo uno la negación del anterior, (coherente también con sus términos lógicos) y el final de todo este proceso es la verdad, la totalidad. Al decir la totalidad insistimos en que no importa solo el resultado final, las semillas, o un estadio, todo es necesario y entendible, y hay que ver el desarrollo de principio a fin, esto es el espíritu que más adelante desarrollaremos. Tras haber visto esto se pueden formar conceptos universales como el de “fruto” que derivaría de distintos procesos “semilla-árbol” cada uno es similar pero al final dan un fruto diferente. En estos procesos abstractos nos podemos dar cuenta que el concepto de árbol no es lo mismo que el objeto árbol, son de dimensiones diferentes, pero en el pensamiento de Hegel tienen alternancia, comunicación.
Para poder comprender todos los momentos de un proceso y su final es necesario un sistema, es decir para entender el todo, si sólo explicamos un momento no es necesario un sistema, volvemos al ejemplo de la anatomía: nombrar una o partes del cuerpo no es su estudio sino el todo complejo y orgánico como un sistema. En ese sentido Hegel aspira a la ciencia filosófica, debe explicar todo en sistema no momentos. La verdad es sistemática como la ciencia la y Hegel aspira a la filosofía como ciencia, como saber real (wissen) en lugar de “amor a la sabiduría”. Para mostrar la verdad del proceso es necesario ver el despliegue del proceso, la verdad es una expresión del mismo proceso, aunque Hegel no es tan duro con los conceptos como “verdadero” o “falso” dado la misma movilidad, la vida de su sistema, rompiendo con “las ideas platónicas y los conceptos aristotélicos (qué) permanecían congelados –por así decirlo- en un rígido reposo, casi solidificados” .
Entonces la fenomenología explica todo lo competente al hombre al nivel espiritual no inmediato o sensible, y la modernidad es el culmen, el escalón desde el cual se puede revisar toda la historia del hombre. ¿Cómo sucede esto? ¿Cómo se accede al Espíritu? Dijimos al principio que con la dialéctica, el método. Que sucede de este modo: la realidad se reproduce y se refleja en el sujeto, que es mediato, en la representación o en la conceptuación, dicho de otro modo la unidad del ser-otro, “el arbol” (en el ejemplo que habíamos adelantado) en el ser-en-sí que es el hombre, así es como Hegel describe la consciencia con su exterior. El sujeto es mediato, la realidad es inmediata y aquel lo refleja la cuestión es que el ser-en-sí salga y actué en lo otro, la realidad. Llegar a la mediación de la conciencia ente el en-sí y el otro, es movimiento dialectico. Y este movimiento, es la estructura de todo, o sea todo se entiende según Hegel en con este movimiento, y “Lo verdadero es el todo. Pero el todo es solamente la esencia que se completa mediante su desarrollo. De lo absoluto hay que decir que es esencialmente el resultado, que solo al final es lo que es en verdad, y en ello precisamente estriba su naturaleza, que es la de ser real, sujeto o devenir mismo” . Hegel nos mete en un círculo, porque al llegar a “lo verdadero es el todo y resultado final es lo absoluto verdadero” sucede un movimiento dialectico que es la estructura de todo o sea que también de esta aseveración, entonces causa una reflexión que lleva a entender el todo de la misma aseveración y entonces al final se obtiene todo, y el comienzo es el fin. Esto hace del Espíritu un sujeto, vivo, que se mueve y que se auto revoluciona, así se mueve todo.
Podríamos decir que se ha explicado hasta el momento el Espíritu de Hegel de forma simple. Y hemos rozado con otros conceptos, es que es inevitable hablar de un concepto de Hegel y tener que abordar los demás; esto afirma su victoria en su punto de partida hacer una filosofía sistemática, científica. Entonces me parece necesario mencionar un poco más de la dialéctica y esta como modo de acceso al Espíritu.
La fenomenología del espíritu tiene como fin explicar el devenir de la ciencia en general o sea Wissenschaft. Este saber comienza en el espíritu inmediato es decir en lo material o la conciencia sensible hasta el Espíritu. Hegel distingue las siguientes maneras de relacionarse con el mundo:
En sí – el sujeto consciente
Ser otro – la exclusión de un objeto u otra conciencia
Ser para sí – la exclusión del ser otro, que se ve a sí mismo
Ser-en sí-y-para sí – la recapitulación de los momentos de la conciencia para nosotros que vuelve al sujeto cognoscente (sustancia espiritual)
Este movimiento dialectico es un tipo de relación epistemológica, sin embargo este movimiento no solamente refiere a los objetos sino que también -como lo que hemos visto anteriormente- según Hegel es el modo en el que se debe entender toda la historia del mundo un despliegue que solo es posible observar desde el punto de lo modernidad. Al observar este despliegue se obtendrá la recapitulación del ser¬-en-y-para sí. He aquí que el Espíritu se sabe desarrollado y desplegado para sí mismo como Wissenschaft. Este es el movimiento propio de la realidad pero además quien estudie el mundo de este modo hará de su consciencia este movimiento. El movimiento sucede así: lo fundamental es falso, al contrario de lo que había esperado toda la tradición, ya que de por sí porque es el principio de un despliegue de todo un progreso espiritual. El fundamento, luego, es un puesto, puesto también por la reflexión y conciencia y pensamiento pone el concepto. Es difícil explicar esto porque al querer explicar un término necesitamos del anterior y si no de otro es como un variable que no se puede despejar, una formula circular y los círculos no tienen ni principio ni fin, hay que recordar dijimos que el sistema de Hegel era circular, pero aquí presento un esquema que quizás sirva de referente:
Reflexión
Consciencia Realidad
Ser en sí Ser-otro-para-sí
Reflexión
Entender todo este movimiento procesual es el fin de la Fenomenología del espíritu. Este es el método dialectico, y es la estructura de la realidad, del todo y en tanto que está viva, que es autosuficiente es verdad, en cada caso refleja el espíritu, y la reflexión total es el Espíritu Absoluto.
Conclusión
Pudimos observar a grandes rasgos el sistema de Hegel, su complejo pero entendible sistema. Cabe decir que esto solo parte del prólogo de la Fenomenología del Espíritu y esto es el principio de un complejo que abarcará una dialéctica de todo para entender el Espíritu como el mismo nombre de la obra lo anuncia. Por otro lado se ve claro que la filosofía entendida como Wissenschaft, en manos de Hegel se logró dar mejor que ante sus contemporáneos además superó a estos en sus aseveraciones vitalistas y románticas, “lo verdadero es el todo” no es una aseveración arbitraria, desarrollo lógico y sistemático. Lo intereses filosóficos de la época se encuentran en Hegel, se rompe con el racionalismo duro después de Kant, pero también se evita el exceso de calidez que brinda Schiller en su educación estética, se entiende el mundo como un todo orgánico, pero tampoco suprime al sujeto. La disputa entre subjetivismo y objetivismo de la historia de la filosofía se ve en un cómodo dialogo en la dialéctica, la sustancia ya no es algo dado así nomás, pero tampoco el sujeto es el principio de la realidad, cual Heráclito, Hegel respeta la movilidad del mundo, pero también los estadios de un proceso. Así, como lo prevé, la modernidad es el peldaño desde el que se puede ver la reflexión espiritual de todo el proceso histórico y se aprovechan en el mismo Hegel que se presta a explicarlo. Ya en este terreno resulta después que la reflexión, no será entendida como un movimiento sino esta vez, adecuada a un método de la praxis, no de wissen, será histórica y materialista, aunque los sujetos individuales, sociedades y la misma la realidad también la puedan aprovechar y es que ahora la dialéctica pasará a manos de Marx seguido de los marxistas.
Bibliografía
• HEGEL, G.W.F., Fenomenología del espíritu; FCE, México, 1966.
• ANTISERI, Darío; Reale, Giovanni, Historia del pensamiento filosófico y científico III; Herder, Barcelona, 1988.
• HEGEL, G.W.F., Escritos de juventud; FCE, México
• SCHELLING, F.W.J, Filosofia del arte
• FICHTE, J.G. Sobre el concepto de la doctrina de la ciencia; UNAM, México, 2009