jueves, 14 de julio de 2011




Introducción

El seminario se ha basado en la fundación del idealismo alemán, el contexto histórico y posturas en común de sus representantes, su cercanía a las reformas dadas por la Revolución francesa (y de paso con los que propiciaron intelectualmente para que se diera esta, como Rousseau), con el Romanticismo etc. Se hizo especial hincapié en Schiller, Fichte, Schelling y por supuesto Hegel. Schiller quizás por la cercanía o similitud entre él y el joven Hegel, como pudimos observar en Esbozos de religión y amor, o en el apócrifo primer programa de idealismo alemán. A Fichte y Schelling quizás por ser dos posturas, distintas pero ambas bastante falibles y criticables a los ojos de Hegel, desde donde él podía descansar y explicar todo lo que ellos habían malentendido. Y es que efectivamente Hegel supone una madurez, un elevado pensamiento respecto a los otros filósofos mencionados, donde pareciera que Hegel –al menos hasta lo que vimos- supo enmarcar los errores y cuadrar los aciertos de sus contemporáneos, formulando un complejo sistema en el que nada quedase excluido, además tratando de entender el movimiento de su propio sistema, en donde toda la realidad se entendiese en un solo resultado, a saber la dialéctica, la Fenomenología del Espíritu y el Espíritu respectivamente. Por todo lo anterior el tema propuesto en adelante es el Espíritu según Hegel. Dado a la brevedad del trabajo solo se limita una simple descripción en la que se esbozan algunos términos hegelianos y estos entendido en un sistema, o sea uno en el entendido de otro y de otro. De cualquier manera el discurso va enfocado al concepto “espíritu”, porque supongo que es el eslabón más brillante de la cadena del sistema hegeliano. Es un sistema y casi circular donde la dialéctica es un motor, la realidad un inmediato, la conciencia un medio y el espíritu un resultado y al hacer la completa revisión del todo bajo esta concepción encontramos el Espíritu Absoluto.
Tan solo en el pequeño párrafo anterior se puede prever una superioridad de Hegel como pensador ante sus contemporáneos, sin dudar uno de los más grandes filósofos de la historia y (junto con Nietzsche quizás) el mejor del siglo XIX, que se debate con Platón, Aristóteles, Descartes, Spinoza o Kant, con Schiller, Fichte, Schelling y demás románticos. Además él es un punto para entender una filosofía que se avecina, que surge y que penetro fuertemente en la gente, la de Marx. Es por eso importante dedicarle algún tiempo de estudio, al menos un breve ensayo. 
Sobre los principios del “Espíritu”
según el prólogo de la Fenomenología del Espíritu


“Lo verdadero es el todo”
Hegel

Según vimos en el curso Hegel, tanto como Fichte, sostienen que la filosofía debe ser como una ciencia. Y también hemos mentado bastante que esta ciencia o saber es en el sentido de Wissenchaft. Sin embargo es necesario insistir en que debe tener como ciencia un sistema, debe ser una ciencia del todo, y este todo es entendido por la dialéctica, esta en un entendido sistemático pero no tanto como un método técnico a aplicar como pensará Marx y los marxistas. Para Hegel el movimiento dialectico es más bien natural, no es algo aplicable, pero él presenta este sistema como: el entendido, el saber, el wissen del mundo. La dialéctica, es el método y el método es la estructura del todo y él todo es lo verdadero y esto es el Espíritu Absoluto; esto lo iremos desglosando a lo largo del presente trabajo; más de paso cabe decir que no es casual que la obra de Hegel en su título de primera edición se presente bajo el nombre de “System der Wissenchaft… Phänomenologie des Geistes”, que es bastante ilustrativo tomando en cuenta lo anterior.

Planteamiento del prólogo de la “Fenomenología del Espíritu”
Hegel propone que la subjetividad y el universo están en comunicación, se mueven, así se forma la dialéctica al contrario de lo Absoluto como algo fijo y dado que entiende Schelling o lo subjetivo que entiende Fichte. Por ejemplo piensa Hegel, respecto a Fichte que creer que las cosas del mundo estén creadas para el hombre es un exceso de subjetividad y que se debe hacer caso a la naturaleza también como algo independiente. Respecto a Schelling piensa que pensar en lo Absoluto deja de lado la diferencia y esto no es posible, tal unidad es incomprensible. Bajo este matiz se escribe la Fenomenología del Espíritu. Algo en lo que también se detiene Hegel es en decir que la filosofía debe conocer a fondo su materia como lo hace por ejemplo la anatomía. Por otro lado crítica la rigidez de la filosofía que espera encontrar una falsedad o una verdad, según Hegel la situación no es así, es todo un proceso en el que cada filosofía se basa en la anterior pero desde una mejor perspectiva para poder alcanzar a captar la realidad mejor. El ejemplo que Hegel da es el de una planta, que se va desarrollando hasta ser un árbol, cada estadio desde la semilla hasta el árbol, va siendo uno la negación del anterior, (coherente también con sus términos lógicos) y el final de todo este proceso es la verdad, la totalidad. Al decir la totalidad insistimos en que no importa solo el resultado final, las semillas, o un estadio, todo es necesario y entendible, y hay que ver el desarrollo de principio a fin, esto es el espíritu que más adelante desarrollaremos. Tras haber visto esto se pueden formar conceptos universales como el de “fruto” que derivaría de distintos procesos “semilla-árbol” cada uno es similar pero al final dan un fruto diferente. En estos procesos abstractos nos podemos dar cuenta que el concepto de árbol no es lo mismo que el objeto árbol, son de dimensiones diferentes, pero en el pensamiento de Hegel tienen alternancia, comunicación.
Para poder comprender todos los momentos de un proceso y su final es necesario un sistema, es decir para entender el todo, si sólo explicamos un momento no es necesario un sistema, volvemos al ejemplo de la anatomía: nombrar una o partes del cuerpo no es su estudio sino el todo complejo y orgánico como un sistema. En ese sentido Hegel aspira a la ciencia filosófica, debe explicar todo en sistema no momentos. La verdad es sistemática como la ciencia la y Hegel aspira a la filosofía como ciencia, como saber real (wissen) en lugar de “amor a la sabiduría”. Para mostrar la verdad del proceso es necesario ver el despliegue del proceso, la verdad es una expresión del mismo proceso, aunque Hegel no es tan duro con los conceptos como “verdadero” o “falso” dado la misma movilidad, la vida de su sistema, rompiendo con “las ideas platónicas y los conceptos aristotélicos (qué) permanecían congelados –por así decirlo- en un rígido reposo, casi solidificados” .
Entonces la fenomenología explica todo lo competente al hombre al nivel espiritual no inmediato o sensible, y la modernidad es el culmen, el escalón desde el cual se puede revisar toda la historia del hombre. ¿Cómo sucede esto? ¿Cómo se accede al Espíritu? Dijimos al principio que con la dialéctica, el método. Que sucede de este modo: la realidad se reproduce y se refleja en el sujeto, que es mediato, en la representación o en la conceptuación, dicho de otro modo la unidad del ser-otro, “el arbol” (en el ejemplo que habíamos adelantado) en el ser-en-sí que es el hombre, así es como Hegel describe la consciencia con su exterior. El sujeto es mediato, la realidad es inmediata y aquel lo refleja la cuestión es que el ser-en-sí salga y actué en lo otro, la realidad. Llegar a la mediación de la conciencia ente el en-sí y el otro, es movimiento dialectico. Y este movimiento, es la estructura de todo, o sea todo se entiende según Hegel en con este movimiento, y “Lo verdadero es el todo. Pero el todo es solamente la esencia que se completa mediante su desarrollo. De lo absoluto hay que decir que es esencialmente el resultado, que solo al final es lo que es en verdad, y en ello precisamente estriba su naturaleza, que es la de ser real, sujeto o devenir mismo” . Hegel nos mete en un círculo, porque al llegar a “lo verdadero es el todo y resultado final es lo absoluto verdadero” sucede un movimiento dialectico que es la estructura de todo o sea que también de esta aseveración, entonces causa una reflexión que lleva a entender el todo de la misma aseveración y entonces al final se obtiene todo, y el comienzo es el fin. Esto hace del Espíritu un sujeto, vivo, que se mueve y que se auto revoluciona, así se mueve todo.
Podríamos decir que se ha explicado hasta el momento el Espíritu de Hegel de forma simple. Y hemos rozado con otros conceptos, es que es inevitable hablar de un concepto de Hegel y tener que abordar los demás; esto afirma su victoria en su punto de partida hacer una filosofía sistemática, científica. Entonces me parece necesario mencionar un poco más de la dialéctica y esta como modo de acceso al Espíritu.
La fenomenología del espíritu tiene como fin explicar el devenir de la ciencia en general o sea Wissenschaft. Este saber comienza en el espíritu inmediato es decir en lo material o la conciencia sensible hasta el Espíritu. Hegel distingue las siguientes maneras de relacionarse con el mundo:

En sí – el sujeto consciente
Ser otro – la exclusión de un objeto u otra conciencia
Ser para sí – la exclusión del ser otro, que se ve a sí mismo
Ser-en sí-y-para sí – la recapitulación de los momentos de la conciencia para nosotros que vuelve al sujeto cognoscente (sustancia espiritual)

Este movimiento dialectico es un tipo de relación epistemológica, sin embargo este movimiento no solamente refiere a los objetos sino que también -como lo que hemos visto anteriormente- según Hegel es el modo en el que se debe entender toda la historia del mundo un despliegue que solo es posible observar desde el punto de lo modernidad. Al observar este despliegue se obtendrá la recapitulación del ser¬-en-y-para sí. He aquí que el Espíritu se sabe desarrollado y desplegado para sí mismo como Wissenschaft. Este es el movimiento propio de la realidad pero además quien estudie el mundo de este modo hará de su consciencia este movimiento. El movimiento sucede así: lo fundamental es falso, al contrario de lo que había esperado toda la tradición, ya que de por sí porque es el principio de un despliegue de todo un progreso espiritual. El fundamento, luego, es un puesto, puesto también por la reflexión y conciencia y pensamiento pone el concepto. Es difícil explicar esto porque al querer explicar un término necesitamos del anterior y si no de otro es como un variable que no se puede despejar, una formula circular y los círculos no tienen ni principio ni fin, hay que recordar dijimos que el sistema de Hegel era circular, pero aquí presento un esquema que quizás sirva de referente:


Reflexión
Consciencia Realidad


Ser en sí Ser-otro-para-sí
Reflexión


Entender todo este movimiento procesual es el fin de la Fenomenología del espíritu. Este es el método dialectico, y es la estructura de la realidad, del todo y en tanto que está viva, que es autosuficiente es verdad, en cada caso refleja el espíritu, y la reflexión total es el Espíritu Absoluto.


Conclusión

Pudimos observar a grandes rasgos el sistema de Hegel, su complejo pero entendible sistema. Cabe decir que esto solo parte del prólogo de la Fenomenología del Espíritu y esto es el principio de un complejo que abarcará una dialéctica de todo para entender el Espíritu como el mismo nombre de la obra lo anuncia. Por otro lado se ve claro que la filosofía entendida como Wissenschaft, en manos de Hegel se logró dar mejor que ante sus contemporáneos además superó a estos en sus aseveraciones vitalistas y románticas, “lo verdadero es el todo” no es una aseveración arbitraria, desarrollo lógico y sistemático. Lo intereses filosóficos de la época se encuentran en Hegel, se rompe con el racionalismo duro después de Kant, pero también se evita el exceso de calidez que brinda Schiller en su educación estética, se entiende el mundo como un todo orgánico, pero tampoco suprime al sujeto. La disputa entre subjetivismo y objetivismo de la historia de la filosofía se ve en un cómodo dialogo en la dialéctica, la sustancia ya no es algo dado así nomás, pero tampoco el sujeto es el principio de la realidad, cual Heráclito, Hegel respeta la movilidad del mundo, pero también los estadios de un proceso. Así, como lo prevé, la modernidad es el peldaño desde el que se puede ver la reflexión espiritual de todo el proceso histórico y se aprovechan en el mismo Hegel que se presta a explicarlo. Ya en este terreno resulta después que la reflexión, no será entendida como un movimiento sino esta vez, adecuada a un método de la praxis, no de wissen, será histórica y materialista, aunque los sujetos individuales, sociedades y la misma la realidad también la puedan aprovechar y es que ahora la dialéctica pasará a manos de Marx seguido de los marxistas.








Bibliografía

• HEGEL, G.W.F., Fenomenología del espíritu; FCE, México, 1966.
• ANTISERI, Darío; Reale, Giovanni, Historia del pensamiento filosófico y científico III; Herder, Barcelona, 1988.
• HEGEL, G.W.F., Escritos de juventud; FCE, México
• SCHELLING, F.W.J, Filosofia del arte
• FICHTE, J.G. Sobre el concepto de la doctrina de la ciencia; UNAM, México, 2009

Rojo amanecer y el mal contemporáneo según Sichère



















Sichère observa que en el presente no tenemos un simbolismo del mal y tras este vacío, según él hay tres discursos que actualizan el sentido del mal: la política, el psicoanálisis y el arte. La que nos compete ahora es la de la política, esta produce un pensamiento ya sea en el vínculo social, las leyes o el derecho ya sea en la rebelión. Estas dos políticas se confrontan en la película Rojo amanecer (1989, Jorge Fons) para hacer presente una de las tres formas del mal que se parten del sujeto como “ciudadano”, la barbarie colectiva. Sichère en su discurso nos lleva a ver la siniestra acción nazi, Fons nos muestra por su parte al Batallón Olimpia en una desenfrenada masacre. En la escala de degradación sistemática de los humanos como la llama Sichère planteando desde ojos de nazi los judíos son la bajeza, aún más que los gitanos, homosexuales, enfermos mentales la lista seguiría con negros, prostitutas, y entre el etcétera se encuentran los comunistas. Los últimos entran en la narración del Rojo amanecer, a ellos les toco ser “los malos” y es que el gobierno no ha consentido en su abyección, lugar al que ha ido a parar el mal ahora que no tenemos a Dios, en la bajeza, lo vil. En cada hombre habita la posibilidad de bien, del correcto juicio de la razón práctica, pero Sichère ha anunciado el error de Kant, no supo distinguir que el mal si existe, es radical y habita también en el hombre como una potencia, no solo como un error matemático de la razón. Una política de abyección y de mal extremo, que Sichère asegura que se propago por Europa, (pero pensamos que el alcance es mayor de lo que él vio), es la que se desenvuelve en Rojo amanecer, un mal del que se contagió todo un sistema, toda una barbaridad colectiva. Está también el otro pensamiento el de Resistencia el que lucha contra el otro pensamiento dice nuestro filósofo. La verdadera política -dice Sichère- es una ética que incluye la reclamación de una soberanía, de algún modo era la búsqueda de Jorge, Sergio y sus compañeros del movimiento, pero ¿Qué se anteponía? Un gobierno de abyección, esto no deja exentos a los “mártires” de su potencia de maldad, pero el pensamiento cristiano se pierde de a poco pero continua aquí como Sichère nos dice. ¿Que es necesario? Formas simbólicas del mal para todos, como pensamiento de la resistencia del mismo mal. Quizás la misma política actual, la policía y los militares sea un símbolo del mal convencional y se lo han ganado con mucho esfuerzo, sin embargo esto ha generado una apatía la cual Sichère pretende sacudir por lo que dice “que la fuerza de rebelión de los sujetos soberanos… este hoy en gran medida excluida de nuestras representaciones quiere decir que hay carencia de pensamiento político y de la política misma, a menos que se quiera llamar ‘política’ al espectáculo cotidiano y abrumador de genocidios programados cuyos responsables no se mencionan” . Resulta familiar al espectáculo de muerte que se presenta en una plaza pública, donde las ventanas las hacen de palcos y desde donde Carlitos, la señora Alicia y don Roque ven morir a centenas de jóvenes, cuyos responsables no se mencionan. Sin embargo están siendo asesinados con justa razón, son ellos los criminales y como este dialogo de la película lo atestigua:
-Estudiante: ¿Por qué nos pegan? Ya les enseñamos nuestras credenciales de estudiante.
- Policía: ¡Por eso, por eso!
Aquí es donde Sichère rinde homenaje a Foucault y sin embargo se pregunta si hay que seguirlo a él y a la vulgata izquierdista donde el sujeto “autentico” debe sustraerse de la normalización de las instituciones, pero para Sichère esto representa aún cierto conformismo, que ocurre con la noción de crimen? ¿Hay que contentarse que con dejar a otros el cuidado de nombrarlo? ¿Dejar que los estudiantes del 68 sean llamados criminales? No. La cuestión es hacer un “individuo democrático” a través del derecho, o aceptar que ya el derecho es dispositivo simbólico que produce sujetos. Un simbolismo que en el momento de juzgar no censure a un estado social y si los sujetos son tontos o cobardes, son maldad también. La obra de Sichère va contra el nihilismo y la apatía y al enfrentarla a Rojo amanecer por un lado deviene en círculo vicioso, donde el mal propiciado por la abyección política genera una insurrección estudiantil que llega a una catástrofe de maldad propia de la misma abyección y falta de pensamiento filosófico-jurídico. O por otro lado más agradable los que lucharon contra el “otro pensamiento” contribuyeron a una formación de lo malo y lo bueno que aún se está definiendo. No lo sé, habría que dedicar más tiempo a tal conclusión, lo que si se es que Rojo amanecer nos muestra un mal, radical, secular, propio del hombre, que trasciende a la razón, en el que las suplicas a Dios por parte de la señora Alicia ya no valen, propio de la carencia de un digno sistema filosófico que penetre en la sociedad. Y Sichère quiere que se haga algo al respecto.

sábado, 9 de julio de 2011

La Jornada: Sánchez Vázquez: filosofía y congruencia

Ayer falleció el filósofo, mexicano. Entre una gran cantidad de notas periodisticas, les comparto la de la Jornada

La Jornada: Sánchez Vázquez: filosofía y congruencia

martes, 5 de julio de 2011

Comentario de los Esbozos sobre religión y amor del joven Hegel

Desde el comienzo del texto Hegel afirma que lo positivo es donde lo práctico se relaciona con el Yo y que lo teórico se relaciona con el No-Yo, llamaría entonces positiva a una religión donde lo práctico exista teóricamente. En la misma línea explica que los conceptos teóricos corresponden al No-Yo mientras que los morales al Yo, estos últimos son una actividad reflejada en la reflexión, de la oposición del “Yo accidental del Yo” del “Yo que conoce en el instante”. En caso de que un concepto moral no sea formado de este modo, serán según lo anterior, positivos; esto positivo se presentaría a nosotros como conceptos morales a lo que debemos temer y si no nos abriera posibilidad de perdón no podríamos ser unos con él. Hegel está en desacuerdo con la fundación de una religión en este sentido, más bien opta por actuar de este modo: que el sujeto puede rompa con el concepto moral positivo de modo que la actividad que expresa este es desarrollada por aquel y adquiera una fuerza propia.




Comprender es dominar dice Hegel, digamos entonces que el sujeto puede dominar al sujeto o que el sujeto puede dominar al objeto, pero tomando en cuenta las consideraciones anteriores de relación entre sujeto y objeto se puede encontrar lo divino, se pueden unificar, y esto es solo con el amor según Hegel, aquí ni se domina ni se es dominado. Al caer en los errores de la positividad de los conceptos morales, se objetivaría el temor y se fundarían religiones de temor, o sea el sujeto estaría dominado por el objeto Hegel piensa entonces que es necesaria la religión en que se pueda dar “amor hacia aquello que es igual a nosotros, hacia el espejo, al eco de nuestro ser”[1]. La religión de la Grecia antigua coincide con este pensamiento donde la religión es uno con el amor, y hay que recordar que en este se unifica objeto y sujeto, se encuentra lo divino… Hegel cita entonces el Fedro de Platón.
























[1] HEGEL, G.W.F; Escritos de juventud; 1978, pág. 242.

martes, 28 de junio de 2011

Changing Paradigms sir Ken Robinson. Un comentario al porvenir educativo




Recién curse Filosofía de la educación como parte del currículo obligatorio de la licenciatura. En el curso estudiamos dos propuestas contemporáneas a los paradigmas de la educación del naciente siglo XXI: por un lado al argentino Edward Cullen que comparte el pensamiento de la educación por competencias, haciendo ciertas críticas y estableciendo sus límites, por el otro el norteamericano Mathew Lipman, este con una propuesta más filosófica y penetrante, proponiendo una filosofía para niños y develando que el desarrollo del análisis lógico y el razonamiento deductivo desarrollado desde la infancia son la fuente del progreso intelectual del individuo. En este sentido se acerca demasiado Ken Robinson, este inglés también observa que los paradigmas van más allá de observar si la educación debe ser enciclopédica, lineal o transversal. El problema viene de raíz y de igual manera que Lipman, observa que la capacidad de los niños en imaginar múltiples respuestas para un problema es un potencial reprimido por la educación escolar, hay que abrir nuevos paradigmas. Quizás apenas se vaya fertilizando el terreno para tomar serias consideraciones sobre el porvenir educativo, sin embargo el tiempo exige formular y considerar nuevos paradigmas. Robinson y Lipman probablemente vean un enfoque similar, romper la cuadratura de la escolarización, así como el lema kantiano atreverse a pensar independientemente de algo o alguien. La mentalidad del niño es así, libre y poco limitada, y el juego en esta etapa de vida es la experiencia estética que define su vida e imaginación, pero el malestar actual de mecanizar la vida sugiere que todo niño que “no se comporte dentro de lo establecido” tiene algún problema psicológico o psiquiátrico y en seguida debe ser medicado. Siguiendo esto Robinson es muy observador al notar que las drogas suministradas son en todo caso an-estesias, entonces si lo estético abre posibilidades de pensamiento, lo anestésico las cierra. Al llegar a la escuela los niños no son capaces de contestar abiertamente a algún problema y además en caso de hacer una inferencia o deducción para responder -que aunque sea errónea supone un razonamiento lógico- el profesor se limita a juzgar si corresponde o no a lo indicado en el libro. Según Robinson así los niños se empiezan a auto calificarse como listos o no listos y las limitantes crecen junto con ellos.










martes, 21 de junio de 2011

Fichte y Schelling

A continuacion les presento un breve cuestionario sobre Fichte y Schelling. En él podran observar una muy breve sintesis sobre sus posturas filosoficas.

Fichte
1. ¿Por qué la filosofía debe ser ciencia?
Para Fichte la filosofía es una ciencia y así debe serlo. Debe tener como tal un sistema debe ser una ciencia del todo, un saber del saber, del alemán debemos usar la palabra wissenschaft (wissen-saber) que coincide con lo anterior; la palabra science presenta más bien el caso de la ciencia positiva que desarrollaron los ingleses y con el sentido actual. Por otro lado Fichte explica que algo por ser un sistema, no implica que sea una ciencia, por ejemplo explicar una jerarquía angelical. Lo que necesita entonces la wissenschaft es saber que es saber, y debe tener un contenido una proposición fundamental es decir una proposición primera que no nos remita a una infinita cadena de causas, sino un comienzo fijo. Esto es el yo, no el yo creo sino el yo soy y en ese sentido la proposición fundamental según Fichte sería yo=yo.

2. ¿Cuál es el objetivo de la doctrina de la ciencia?
Según lo anterior Fichte piensa en una metaciencia, una ciencia de la ciencia. El motivo es tener un entendimiento de convergencia total. Dentro de este objetivo el yo es análogo a los cimientos de un edificio, que en este caso es el mismo sistema metacientífico. Fichte anuncia que el país que encuentre o desarrolle esta ciencia de la ciencia deberá ponerle el nombre y ese será por el que será reconocido, wissenchaft. Otro objetivo de la wissenchaft seria expresión de la libertad humana, cerca del sentido del sapere aude de Kant, pero Fichte va más lejos con un atreve a producir, a pensar y a crear un sistema lógico, un avance. Él también advierte que pasaría en caso de que no hubiese una ciencia de las ciencias: primero podría ser un regreso al infinito sin proposición fundamental según lo dicho anteriormente, o segundo, puede que existan varias ciencias sin puntos en común, sino ideas innatas que no se pueden sumar, de este modo no se puede pensar en fines ultimo ni en lo Absoluto.




Schelling
3. ¿Qué es lo Absoluto?
Lo Absoluto para Schelling es Dios o la substancia unitaria, que es orgánica y viva, que reporta actividad, tiene fin último y que además ella es principio de este fin. Para Schelling lo Absoluto se entiende por tres partes la filosofía de la historia la del arte y la de la naturaleza, estas son las potencias, es decir determinaciones del Absoluto, modos o emanaciones del ser. La suma sería una filosofía total y en tal sentido expresaría una imagen del universo ya que según Schelling la filosofía es la fundamentación de todo que se ocupa de todo.

4. ¿Cuál es el objetivo de la filosofía del arte de Schelling?
Schelling distingue dos contemplaciones, la pasiva que es por pura degustación y otra activa; aquí hay que recordad a Schiller con la idea de representación, donde el hombre recibe la información con un pensar y no solo por pura volición. Eso en cuanto al arte mismo pero también respecto a la ciencia y a la filosofía del arte. Su ejercicio es pensar en que se debe pensar, buscar una esencia del arte para no caer en la mera formalidad técnica, la imitación o la pura diversión. Una complejidad de la filosofía del arte es hablar de filosofía sin perder el arte o viceversa. Al respecto Schelling piensa que lo real y lo objetivo es el arte mientras que lo ideal o subjetivo es la filosofía, esta tiene el propósito de construir y reconstruir para la conciencia el objeto del arte en lo ideal subjetivo de la filosofía, así será esta una filosofía en relación al arte sin perder ningún tópico. Por último hay que decir que de acuerdo con la pregunta anterior hay puntos particulares de lo Absoluto, son las potencias: historia, naturaleza y arte. La última es la que nos compete ahora, las filosofías de estos puntos nos muestran parte de lo absoluto, sus arquetipos y de alguna manera conocemos lo que es Dios. La del arte nos muestra el arquetipo de la belleza, y por medio del arte se intuye las cosas en sí, lo hace realmente, por ejemplo la música nos muestra según Schelling el ritmo de la naturaleza o la plástica nos muestra la naturaleza organica objetivamente representada.

lunes, 20 de junio de 2011

Bong Esponja Pantalones de Cañamo

Te gusta bob esponja? ahora conoce a Bong esponja jejejej.
Esta chido el video disfrutenlo y comenten!

http://www.youtube.com/watch?v=d3HDNfpR4jY